Uso de los CFD Para Cubrir Posiciones en Acciones
Además de servir como instrumentos de especulación, los Contratos Por Diferencia pueden emplearse como una poderosa herramienta de protección ante el riesgo para aquellos que entienden las características de este producto de inversión. Cobertura se define como la acción de abrir una posición igual pero opuesta usualmente a través de un derivado como los CFD por ejemplo, con el fin de mitigar o reducir el riesgo de una posición que ya está abierta. De hecho, una gran cantidad de traders utilizan los CFD como parte de su estrategia de cobertura para proteger sus carteras de inversión en acciones y sus posiciones de trading abiertas en estos instrumentos financieros. Una cobertura crea una exposición neutral al mercado por lo cual cualquier cambio en el precio es compensado por las posiciones opuestas.
Dado que los CFD son derivados apalancados, su apalancamiento sirve para proteger el valor total de una posición en acciones sin tener que invertir una cantidad elevada de dinero igual a la utilizada para la inversión en las acciones. En ocasiones los CFD también son empleados para obtener ganancias con los movimientos a corto plazo del precio de las acciones que conforman una cartera de inversión, sin la necesidad de vender las acciones directamente y capitalizar las ganancias producidas por esa inversión hasta el momento.
Es importante entender que cada vez que un inversor realiza la cobertura de una posición financiera, está aceptando la posibilidad de perder un cierto porcentaje de su beneficio potencial. En este tipo de operaciones siempre existe una compensación o concesión que se debe hacer, ya que la cobertura es por así decirlo una especie de póliza de seguros para las inversiones. De hecho, en el sentido más amplio contratar un seguro es un acto de cobertura. Por lo tanto hay un precio que el inversor debe pagar en términos de pérdida de ganancias, pero una cobertura debidamente implementada evita que el inversor sufra pérdidas excesivas. Una cobertura le permite al trader compensar cualquier pérdida sufrida en una posición long con las ganancias generadas por una posición short opuesta.
Si tenemos una cartera de inversión en acciones y estamos preocupados porque consideramos que en poco tiempo se va a producir una caída en el mercado, entonces probablemente vamos a querer protegernos ante ese evento. Para evitar pérdidas, simplemente podríamos vender las acciones, esperar que su valor caiga y luego, posiblemente comprarlas de nuevo a un precio inferior. Pero en este caso estaríamos especulando ante una posible caída del mercado que podría no producirse, una práctica distinta a la de cubrir nuestro portafolio de inversión.
Otra desventaja de este curso de acción, tal como se mencionó anteriormente, es que al vender nuestras acciones estaríamos capitalizando las ganancias obtenidas hasta ese momento con el capital invertido en las acciones. Si el precio de las acciones no sufre cambios importantes y las compramos nuevamente, aún así tendríamos que pagar impuestos sobre ganancias de capital al final del año sin tener ningún beneficio a la mano para cumplir con ese gasto.
Para cubrir nuestra posición y protegernos ante las pérdidas, una medida más razonable sería abrir posiciones short en CFD basados en las mismas acciones de la cartera de inversión por un valor que iguale al de la participación accionaria. De esta manera, si el precio de las acciones cae, entonces el valor del portafolio de inversión también disminuye, sin embargo, las ganancias en las posiciones de venta en CFD neutralizan por completo esas pérdidas ya que las igualan en magnitud.
Cobertura de posiciones individuales en acciones
La mayoría de los traders e inversores que comienzan a operar con CFD tienen como objetivo generar ingresos a corto plazo aprovechando el elevado apalancamiento que ofrecen estos derivados financieros. También hay un grupo de inversores interesados en la simplicidad del uso de los CFD como herramienta de protección ante el riesgo para sus carteras de inversión. Esto se debe a que con los CFD, una posición de venta puede ser abierta para cubrir cualquier volumen o tamaño de posición requerida.
Por ejemplo, una estrategia de trading popular, la cual puede resultar útil en épocas turbulentas, utiliza una cobertura para cubrir una sola posición en acciones por medio de un CFD. Imaginemos, por ejemplo, que tenemos una posición long en acciones de una compañía, cuyo precio consideramos que es vulnerable a corto plazo, pero que queremos conservar en nuestro poder como inversión a largo plazo tanto por el precio de la acción en sí como por el ingreso por dividendo. Si conservamos una posición de 5000 acciones de la compañía, podemos cubrir el riesgo de esta inversión a través de una posición short con CFD basados en 5000 acciones de la misma empresa, de tal manera que quede compensada la exposición al riesgo para esa inversión en acciones en particular. Si hacemos la cobertura de forma correcta, seremos capaces de liquidar la posición short en CFD a un nivel de precios menor y las ganancias obtenidas con estos CFD permitirán compensar cualquier pérdida momentánea de nuestra inversión en acciones.
En caso de que el valor de las acciones no cambie, tampoco lo hará el de los CFD. En este caso podemos comprar de nuevo los CFD que vendimos para abrir la posición short de cobertura de tal manera que la posición sea liquidada. Si el valor de las acciones se incrementa, entonces las ganancias en el portafolio de inversión son neutralizadas por las pérdidas en los CFD, lo que ocasiona que perdamos nuestro beneficio potencial, pero al menos el valor del portafolio está protegido, lo que era la intención original al abrir la posición en CFD. Además, dado que las operaciones con CFD se realizan con base en margen, un gran movimiento en una inversión a largo plazo con acciones puede ser cubierto con una inversión relativamente baja en CFD.
La cobertura por medio de CFD permite proteger posiciones en acciones sin las complicaciones de las operaciones en corto (venta o short) tradicionales en las cuáles se requiere “pedir prestado” acciones para venderlas.
Durante la crisis del euro, más y más inversores comenzaron a invertir en posiciones short en el índices MIB (Italia), el CAC (Francia), el IBEX (España), y los principales índices de Estados Unidos con el fin de proteger sus inversiones. Otros expresaron su pesimismo con respecto a la economía comprando oro y como efecto directo este commodity ha estado haciendo altos más altos y bajos más bajos y ha alcanzado precios records en las principales divisas a nivel mundial incluyendo el dólar estadounidense y el euro.
Cobertura por medio de índices
La cobertura no necesariamente involucra la compensación de dos posiciones opuestas en el mismo mercado tal como se hace cuando se cubre una posición en acciones por medio de contratos por diferencia basados en la misma acción, ya que el inversor también tiene la opción de cubrir su riesgo mediante la diversificación de sus inversiones. Supongamos que consideramos que a corto plazo el mercado de valores va a pasar por un periodo de extensa volatilidad a pesar de lo cual no queremos vender nuestro portafolio en acciones ya sea por motivos de impuestos o simplemente porque deshacernos de una cartera de inversiones de este tipo puede resultar complicado y costoso sobre todo si tiene un volumen considerable.
Si tenemos una cartera sustancial y variada, entonces en lugar de abrir posiciones short en CFD basados en cada acción individual que conforma portafolio, podemos considerar abrir posiciones short en CFD basados en índices bursátiles, los cuáles reflejan todo el mercado. En tal escenario, tenemos la posibilidad de operar con base en uno de los principales índices como el FTSE o el S&P 500 (dependiendo del mercado en que estamos invirtiendo), con lo cual obtenemos una ganancia con los CFD si el mercado cae, lo que a su vez compensa cualquier pérdida producida en el portafolio de inversión en acciones. Esto no nos brindará una correspondencia exacta con el portafolio de inversión, dependiendo de sus constituyentes, pero puede proveer una medida de cobertura en contra de una recesión económica. En este caso es necesario considerar cual es el índice que mejor refleja el desempeño de nuestra cartera y tal vez renunciar a la cantidad real ya que es muy poco probable que encontremos un índice que tenga un desempeño igual o casi igual. Este estrategia de trading funciona particularmente bien en caso de que efectivamente las acciones en general bajen de precio debido a las condiciones económicas que imperan durante ese periodo. Al vender CFD basados en un índice bursátil bajo esas condiciones obtenemos beneficios de la caída general en el mercado que pronosticamos.
Independientemente de si el inversor cree que las acciones van a aumentar o bajar, tiene la posibilidad de cubrirse ante cualquier acontecimiento inesperado en el mercado mediante la compra o venta de CFD basados en índices o sectores. Si bien es fundamental que el inversor analice con cuidado los números para verificar hasta que punto su cartera de inversión está cubierta mediante el método anterior para evitar cualquier pérdida -por supuesto que en este caso hay costos por comisiones, spreads y cargos asociados con las operaciones con CFD – un beneficio incidental de esta técnica de cobertura es que los CFD le pagan al trader un interés por cada día que mantenga abierta una posición short. A pesar de que este interés no representa una cantidad de dinero elevada, puede ayudar a compensar cualquier costo asociado a las operaciones efectuadas.
Uso del trading con pares de acciones como mecanismo de cobertura
Otra estrategia de cobertura bastante común consiste en la compra de CFD basados en acciones de una compañía y la venta simultánea de CFD basados en acciones de una compañía rival. Esto se conoce como trading con pares de acciones ya que involucra la negociación con un par de posiciones opuestas de CFD basados en acciones las cuáles son abiertas al mismo tiempo.