El Riesgo en el Trading y el Mercado – Aspectos generales

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Gestión de riesgo Forex

Riesgo en el trading

En el contexto del trading, el riesgo es la posibilidad de que las inversiones elegidas no logren el resultado esperado. Eso podría significar obtener rendimientos más bajos de lo esperado o perder su inversión original, y en ciertas formas de especulación en los mercados, principalmente en lo que se refiere al trading con margen, incluso puede significar una pérdida que exceda su depósito.

Operar en los mercados financieros como el Forex puede convertirse en un negocio muy lucrativo. Con base en este hecho, muchos traders están convencidos de que van a conseguir grandes cantidades de dinero en un periodo de tiempo corto por lo cual comienzan arriesgar demasiado en sus transacciones. Estos traders se enfocan principalmente en hacer dinero y no en preservar su capital. Esta práctica resulta invariablemente en pérdidas severas o incluso en la pérdida completa de todo el capital de sus cuentas de trading.

Las siguientes consideraciones nos ayudarán a revelar el origen de algunos de los fallos más comunes que experimentan los traders al comenzar su carrera y los hace correr un riesgo demasiado elevado en su trading.

¿Es solo mala suerte o una ley inmutable de las matemáticas?

Primero que todo, vamos a considerar un aspecto importante relacionado con el mercado: el porcentaje de ganancias y el pago pueden variar de acuerdo a las condiciones cambiantes del mercado. El único parámetro que el trader puede cambiar efectivamente es el riesgo.

Una de los aspectos más interesantes acerca de la gestión monetaria es que es puramente una función de las matemáticas. En este sentido, a diferencia de los sistemas de trading, el resultado de un sistema de gestión monetaria es predecible.

Para explicar más detalladamente algunos de los conceptos fundamentales de gestión de riesgo, vamos a utilizar como ejemplo el juego de lanzamiento de una moneda. En este juego, nuestra oportunidad de ganar es del 50%. El riesgo es el monto de dinero que apostamos, y por lo tanto colocamos en riesgo, en el siguiente lanzamiento dependiendo de la tasa de pago. Nuestra “suerte” (probabilidad de éxito) y el pago se mantienen constantes a través del tiempo.

Siguiendo con el ejemplo de la moneda: no importa en que orden aparezca un lado de la moneda o el otro. Si en 100 lanzamientos primero sacamos 50 caras y luego 50 cruces, el resultado es el mismo que si hubieramos sacado primero 50 cruces y posteriormente 50 caras.

En el trading, el orden de las operaciones producidas, así como el resultado de cualquier operación son casi siempre aleatorios. Por lo tanto, desde una perspectiva de control de riesgo, no resulta aconsejable que el trader se ate  ni emocionalmente al resultado de una simple transacción o una serie de operaciones, ni financieramente arriesgando demasiado en cada operación.

Para comprender que lo que parecen ser resultados improbables son en realidad resultados que pueden esperarse, necesitamos recurrir a la Ley de los Grandes Números.

Por ejemplo, no debemos sorprendernos si después de 100 lanzamientos de la moneda obtenemos cara en el 60% de las ocasiones. No obstante, si después de un millón de lanzamientos aún así sacamos cara en el 60% de las ocasiones, seguramente vamos a estar sorprendidos. Esto se debe a la creencia común de que entre más veces lancemos una moneda, más cerca estará su desviación del 50%.

La  Ley de los Grandes Números afirma que la probabilidad de un evento no es influenciada por los eventos que han ocurrido anteriormente. Esto explica porqué la tasas de ganancias (porcentaje de operaciones ganadoras) de un sistema de trading no se incrementa aún si ese sistema ha registrado 20 pérdidas seguidas. Si bien es cierto que las transacciones recientes afectan la tasa de ganancias general, muchos traders saltan al mercado pensando que está apunto de producirse un movimiento correctivo, solo porque han experimentado varias operaciones ganadoras o perdedoras consecutivas. Al hacer esto, y aunque no lo sepan, están expresando su creencia en lo que se conoce como la “Falacia del Jugador“.

Esto nos lleva al siguiente punto: imaginen que un trader se siente bastante desafortunado después de una extensa serie de operaciones con resultados negativos que le ocasionaron fuertes pérdidas cuando parecía que había encontrado lo que parecía en un principio un sistema ganador. Seguramente, este trader comenzará a preguntarse si existe una manera para saber cuando va a durar una racha de operaciones perdedoras.

Si conocemos la probabilidad de que se produzca un resultado específico para un evento determinado y cuantas veces vamos a realizar ese evento, existe una fórmula matemática que permite calcular las series máximas de ganancias y pérdidas. Pero en el trading, el número de ocasiones en que un evento será realizado es desconocido, dado que puede abarcar toda su carrera como trader.

Si conociéramos el número de operaciones en el mercado que vamos a efectuar durante toda la vida, podríamos calcular el número máximo de pérdidas consecutivas, siempre y cuando la tasa de ganancias permanezca exactamente igual. Al variar la tasa de ganancias, la cantidad de operaciones perdedoras consecutivas puede mejorar o empeorar. Sin embargo, ambos números son imposibles de conocer por adelantado.

¿Dado que esto está fuero del campo de lo posible, qué lección podemos extraer?

Si analizamos con cuidado la Ley de los Grandes Números, podremos comprender porqué siempre existirá la posibilidad de que se produzcan rachas ganadoras o perdedoras extensas, y porqué una racha de operaciones perdedoras no cambia la probabilidad de la siguiente transacción. De hecho, este importante principio matemático explica lo siguiente:

“Si la probabilidad de un resultado dado de un evento es P y el evento es repetido N veces, entonces entre mayor sea el valor de N, mayor será la posibilidad de que más cercana, en proporción, será la ocurrencia del resultado dado a N*P”

Algo que muchos traders no conocen o no toman en cuenta, es que al ignorar las vitales palabras “en proporción” en la definición anterior es lo que lleva a muchos malentendidos entre los jugadores (entiéndase los traders). Conforme el número de lanzamientos de moneda se vuelve mayor (entiéndase el número de operaciones ejecutadas), la probabilidad es que el porcentaje de caras o cruces lanzadas (entiéndase el porcentaje de operaciones ganadoras) se acerque al 50%, pero la diferencia entre el número real de caras y cruces lanzadas y el número que representa el 50% se hace mayor.

En otras palabras, a la larga, los resultados de las operaciones individuales NO se igualarán, es decir, la diferencia en el número de operaciones ganadoras y perdedoras puede variar mucho, incluso si la tasa de ganancias es la misma.

Por ejemplo, en 100 operaciones con una tasa de ganancia del 60%, la diferencia es de 20 operaciones, pero si las siguientes 100 transacciones muestran una tasa de ganancia reducida al 55%, la diferencia aumenta a 35 operaciones incluso si la tasa de ganancia general ahora está más cerca al 50% en 57,5%.

La capitalización es un requerimiento

De acuerdo al razonamiento anterior, si el número de operaciones ganadoras y perdedoras se incrementa cuando se ejecutan más transacciones, esto significa que un trader terminará perdiendo el capital de su cuenta con una probabilidad que se acerca al 100% dado que el número total de transacciones aumenta tanto las operaciones ganadoras o perdedoras (incluyendo las rachas positivas y negativas). Teóricamente hablando, es solamente una cuestión de tiempo para que un trader acabe  con una cuenta de trading si no aplica control de riesgo.

Por lo tanto, el monto arriesgado es un factor matemáticamente decisivo para todo trader que desea sobrevivir y ser rentable a largo plazo. Si reducimos el monto arriesgado, por ejemplo, del 10% al 5% del capital de la cuenta, podríamos asegurar la supervivencia de un sistema de trading durante las rachas de operaciones perdedoras. Un trader  puede tratar de incrementar su porcentaje de operaciones ganadoras mediante la adquisición de más conocimientos y habilidades técnicas, pero aún así esto no asegura ningún resultado. Por el contrario, si ese mismo trader decide cambiar el monto arriesgado en sus operaciones, entonces estará más protegido y la siguiente racha esperada de transacciones perdedoras consecutivas no terminará por arruinar su cuenta.

Siguiendo esta lógica, existe otro parámetro más que puede ser determinante para el trader: el monto de capital inicial para comenzar a operar en el mercado. Si arriesgamos el mismo monto pero el tamaño de la cuenta aumenta, también cambia el resultado – la probabilidad de perder todo disminuye. En otras palabras, si operamos con una cantidad relativamente pequeña en cada transacción y arriesgamos poco en comparación con el tamaño total de la cuenta de trading, la probabilidad de terminar perdiendo todo se reduce significativamente al contrario de lo que pasaría si arriesgamos demasiado en cada operación.

La así llamada “ventaja del hombre más rico” también puede ser calculada. Esto es lo que hacen los casinos: incluso con una pequeña ventaja para la casa, la probabilidad de que un jugador termine arruinando el casino se reduce a tal grado que la probabilidad de obtener beneficios se vuelve infinitesimal.

El prospecto de ruina existe debido a la Ley de los Grandes Números. En el trading real, sin embargo, los cálculos matemáticos antes descritos no son de utilidad dado que los parámetros de número total de operaciones y porcentaje de operaciones ganadoras no se conocen desde el inicio. Los únicos parámetros que el trader puede conocer y determinar son el capital inicial y el monto a arriesgar en cada operación. Lo que vamos a ver en esta serie de artículos es como trabajar efectivamente con estos parámetros.

El Experimento de Ralph Vince

Ralph Vince realizó un experimento con 40 personas que tenían doctorados los cuáles carecían de preparación en los campos de estadísticas y trading, en el cual les proporcionaron una computadora que simulaba un ambiente de trading. Cada una de estas personas comenzó con $1000, una tasa de ganancias del 60% y se les dio la posibilidad de realizar 100 operaciones con un pago de 1:1.

Al final de las 100 transacciones, los resultados fueron tabulados y solo 2 de los 40 participantes en el experimento ganaron dinero. El 95% perdió dinero jugando un juego en el cual las probabilidades de ganar estaba a su favor. ¿Porqué? La razón de que perdieran fue la adopción de la falacia del jugador y la pobre gestión monetaria resultante. El miedo y la codicia fueron utilizados como criterios para calibrar las operaciones.

El propósito del estudio fue demostrar como nuestras limitaciones psicológicas y nuestras creencias acerca de los fenómenos aleatorios son las causas principales de que al menos el 90% de las personas que comienzan a operar en los mercados terminen perdiendo el dinero de sus cuentas. Después de una racha de pérdidas, el impulso es incrementar el tamaño de la apuesta con base en la creencia de que la probabilidad de que a continuación se produzca una ganancia es mayor – esta es la expresión misma de la falacia del jugador debido a que las posibilidades de ganar todavía son de solo el 60%.

Junto con el nivel de capitalización, las preferencias psicológicas del trader – la habilidad del trader para tolerar el riesgo- es un aspecto importante que debe ser tomado en cuenta a la hora de aplicar estrategias de gestión monetaria.


 

Raul Canessa

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